jueves, 31 de marzo de 2016

EL QUE HACE LA LEY HACE LA TRAMPA.


         En esta sociedad, cuando expones que eres tú mismo, te haces independiente y  dejas claro que no perteneces a ningún rebaño, resulta sumamente peligroso pues la multitud aborregada nunca te perdonará que seas libre. El ser humano debe ser consciente de que la sociedad sólo quiere que seas útil, y con útil me refiero a que se te pide que seas un esclavo, o lo que es lo mismo, que seas  eficiente, sumiso, obediente y servil, casi como un robot para poder ser manejado por aquellos que tienen el poder, y en su propio beneficio.  Así nos encontramos con una masa de marionetas en manos de una sociedad degradada, inhumana y cruel,   En esta situación los hombres actúan según las órdenes que les dan, dejando de lado su  inteligencia y sus propios juicios de valor. Cualquier problema que surja en contra  de los intereses de la Jerarquía, y por ende, del Sistema, es peligroso y será cortado de raíz. Por todo ello queda patente que el poder ha transformado la vida del ser humano en una muerte lenta. Para el político que detenta el poder cuando el hombre está menos vivo, y se encuentra más alienado, es más propicio para sus intereses, porque a la sazón es menos rebelde, más obediente y ya no es un peligro.

          En el mundo que vivimos todas las personas son farsantes e inhumanas, y las pruebas se  pueden confirmar a lo largo de toda la historia con las  guerras, los crímenes, y las violaciones, entre tantas otras transgresiones, que son una clara muestra de la locura que envuelve nuestra colectividad. Es aquí que me viene a la cabeza aquella frase de Max Stirmer que decía: “El estado llama ley a su propia violencia y crimen a la del individuo” y si no de que tanta gente se inmola en aras de que otros se cubran de gloria y fortuna con el sacrificio del pueblo. Un estado de estupidez mental o de ingeniería social se ha debido llevar a cabo con la gente para que esto se produzca una y mil veces. Por lo que queda claro que "el que hace la Ley hace la Trampa", y siempre en detrimento del pueblo sencillo.

          Pero lo que ahora nos preocupa es la crisis creada desde las altas esferas. Con ella, los problemas de nuestra sociedad han cambiado. Los seres humanos no tienen empleo, no hay sanidad, no tienen alimentos, no tienen cobijo, no tienen ni ayudas ni derechos, están sin aliento y desesperanzados. Desde ahí es difícil que el ser humano comience a caminar hacia un mundo edénico  donde disfrute de unos mínimos derechos, pues sin tener lo necesario para vivir se hace muy difícil caminar. Lo único que las gentes alienadas escuchan es: “Mañana llegaremos nosotros”, - pues siempre hay un salva-patrias – “ y entonces todo se arreglará” pero, ese mañana nunca llega, siempre ellos, los poderosos, son los que sacan tajada de todo, y la gente, esperando que esas palabras sean veraces, que nunca lo son, habrá sacrificado el día de hoy.

          Ante este estado de cosas, algunos seres humanos hemos conseguido mantenernos en pie, aunque otros han sucumbido al suicidio, sí, lo sé, es un tema que resulta políticamente incorrecto el hablar de él, pero mucha gente ha tomado esa decisión al dejar ante su mirada un terreno yermo y sin esperanza de poder transitar más allá del final de sus propios pies. A vista de pájaro  quizás sea esa la postura que se esté dejando entrever para que, los que sobran en este planeta tierra la tomen como única solución a sus vidas sin sentido. El hombre está sentenciado a menos que estos sistemas deshumanizados desaparezcan.

          Un saludo afectuoso.
                         La Admin.

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