Esta
selección de obras de pintores del siglo XX se mueve por los estrechos parajes
de la psicología del arte, en los que encontramos un vasto territorio donde
podemos ver como artistas con una sensibilidad especial y sentimientos que
expresar en sus obras muestran sus desilusiones, sus angustias y sus miedos
ante el mundo en que les ha tocado vivir. Así lo vemos en esta pintura de
Guayasamin y en la selección que veremos en próximos días.
Una forma de poder echar demonios
fuera, como ya adelantáramos, es la de pintar los demonios que han quedado
grabados en sus mentes con los medios que les proporciona su arte, en este
caso, la pintura. Comenzaré por artistas del siglo XX, Artistas que formaron
parte de las Vanguardias y que expresaron vivamente sus sentimientos y sus
emociones en sus cuadros.
La segunda oleada expresionista estuvo
conformada por DIE BRÚCKE (El Puente), que se organizó en Dresde y Berlín. El
significado simbólico de dicha denominación nos lo dice la carta con la que el
grupo invitaba a Emil Nolde a formar parte de él: “Uno de los objetivos de Die
Brücke es el de atraer a sí a todos los elementos revolucionarios y en
fermento, y esto lo dice su mismo nombre el puente”. Kirchner, que prácticamente fue el jefe del
grupo, escribía: “El pintor transforma en obra de arte la concepción de su experiencia…/..,
No hay reglas fijas para esto”.
Die Brücke surge en 1905 en Dresde
como puente de unión entre todos los elementos artísticos revolucionarios.
Estos pintores exageran las formas y los contornos y emplean colores puros,
tonos oscuros y fuertes contrastes cromáticos. Sus obras resultan tensas,
emotivas y visionarias. En sus obras ahondan bajo la superficie de una sociedad
que consideran hipócrita, y quieren transmitir las preocupaciones políticas,
sociales y éticas existentes en la Alemania prebélica.
El sufrimiento es un sentimiento que
nos hace diferentes a los demás seres, y es lo que motivó a unos artistas a
plasmarlo en sus obras para sacarnos de esa apatía generalizada y hacernos conscientes
de que algo estaba pasando. Es así, vivimos en una terrible y ominosa
cuadrícula cristalina, para que no la veamos, y manejada por las altas esferas
del poder, manipulada por las jerarquías que sólo ansían más y más poder, a
cualquier precio, cueste lo que cueste y caiga quien caiga, es algo que nos
puede recordar a Matrix.
Esto nos lleva a las preguntas que ya
formuláramos con anterioridad: ¿recuperará la humanidad el control sobre su
vida alguna vez? O quizá ¿seguiremos, como podemos ver a lo largo de la
historia, dominados y controlados por los que detentan el poder, ayudados por
la incultura, la perversión y la corrupción del ser humano alienado?
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