miércoles, 13 de abril de 2016

LA CALLE DE DRESDE, DE KIRCHNER




           Uno de sus principales miembros de la segunda oleada Expresionista fue el pintor Ernst Ludwig Kirchner. Sus dibujos tienen formas angulosas y goticistas. Utiliza colores estridentes y su pintura es de una gran dureza,  buscando expresar la soledad, la angustia y la amargura de los hombres de su época. Crea un tipo femenino desgarrado y resalta las escenas callejeras de la gran ciudad. Según palabras del propio Kirchner, “El pintor transforma en obra de arte la concepción sensible de su experiencia”.   
     
         La sensación de soledad en sus obras es muy repetitiva. Sus personajes no confraternizan y viven en sus propios mundos. Kirchner mismo decía que: "Cuanto más frecuentaba a la gente más sentía la soledad ", y así los dejaba claro en sus cuadros.

         En la obra que aquí se comenta, “La calle de Dresde”, Kirchner ha captado los “gestos estereotipados y artificiales de los transeúntes”. Sus rostros son muecas que se trasforman en mascaras silenciosas paseando por una de las elegantes calles de Dresde.

         En esta pintura  vemos una calle urbana con un tranvía y numerosas personas, la mayoría mujeres, que transitan por ella y nos dejan ver la soledad como algo que se siente en el ambiente, pues todos los personajes parecen estar solos, encerrados en sí mismos. Las figuras parecen deformadas y los colores son estridentes y subjetivos. Kirchner transmite una idea de modernidad alejada de la realidad a través del color en un intento osado e inquietante de plasmar la desagradable experiencia de un chirriante bullicio urbano.

         En esta escena vemos reflejada una gran tensión, con apretujados peatones que  se encuentran contenidos en un espacio asfixiante que conduce hasta niveles de claustrofobia. Sus rostros son inexpresivos como si fueran caretas.  La acera, pintada en un tono salmón es de una profunda y ofensiva violencia. La pendiente de la acera es aguda y al fondo, la salida se halla bloqueada por un tranvía, haciendo más angustiosa, claustrofóbica y agobiante la escena.

         “Calle de Dresde” es una realización audaz de la violencia, el desasosiego, la angustia y el agobio de la ciudad moderna. 


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