¿Qué finalidad tenemos en nuestro
existir? Si echamos una ojeada a nuestro entorno veremos que estamos metidos
hasta el cuello en una vida sin sentido, en un presente oscuro y agobiante y
con un porvenir tenebroso e inseguro. Nuestra sociedad peca de avaricia,
llevando a la bancarrota y a la miseria a muchas familias, por una obsesión
incontrolada de ganar cada vez más y por falta de principios éticos, morales y
humanos de sus diferentes clases altas.
La pobreza
está siendo el estado natural que más abunda en la sociedad. Una sociedad rica en bienes, pero pésimamente mal repartida entre sus componentes. Hambrunas crueles y vergonzantes forman
una estampa que es el reflejo perfecto de nuestra sociedad, pero sobre todo y más que nada, todos estamos
flacos y desnutridos de amor, caridad y sabiduría.
Las grandes riquezas son absurdas y
vergonzantes para aquel que las posee, pues piensan en tapar con ellas su desnudez de espíritu
con montones de falso papel que se convertirá en su auténtica mortaja.
Los
gobernantes miran más sus intereses partidistas que el bienestar social y
olvidan la palabra justicia. La clase política que de espaldas a la sociedad
más desfavorecida, con el olvido más absoluto de la finalidad de su cargo, que
es servir y trabajar para el bienestar de todos sus ciudadanos sin excepción
alguna. Dicha vocación no existe. El Estado es la mayor estafa piramidal de
todos los tiempos. Todos pagamos al Estado una cantidad ingente de impuestos,
tanto directos, indirectos como
circunstanciales, esperando que el Estado los administre para el
mayor bienestar de todos los ciudadanos, pero si observamos el resultado
final, vemos que los que están más arriba son los más ricos, los de la
base de la pirámide son los más pobres.
El Estado, al extraer y retener para sí, por
medio de pesados tributos una enorme cantidad de recursos financieros de las
masas populares, está en condiciones, no solo de fortalecerse, sino también de
dirigir una empresa privada, por diversos mecanismos, que suelen escapar a la
atención de la opinión pública una notable porción de aquellos, lo que amplía
la desigualdad social y origina el tipo más poderoso de capitalismo. El
Estado, hoy en día, es el principal explotador de las masas asalariadas, pues es quién
se apropia de la mayor porción de la plusvalía producida por éstas.
En cuanto a la Religión,
todas ellas esclavizan con normas, conceptos y dogmas y entre los Medios de Comunicación, la Televisión
es el medio más común y retorcido de adormecer las voluntades y de cambiar el
subconsciente. ¿A dónde se quiere llegar con este pan y circo?. La vida es un
autentico infierno, creado por nosotros.
Nuestro sistema
impositivo prácticamente elimina el sentido de la progresividad en la
recaudación fiscal. Los más ricos no pagan con las SICAV, o con mil
triquiñuelas que día a día vamos viendo. Paralelamente se ha acometido una reducción de gran parte de
los servicios asistenciales del estado, como las ayudas a la educación, a
sanidad, a la investigación, a los parados, a las clases medias, a los
autónomos, etc, aunque ha mantenido las ayudas a inmigrantes y urgencias, en
sanidad. El resultado final de esta política beneficiaba fundamentalmente a los
grupos más ricos de la sociedad y dejan sin derechos a los más desprotegidos
y en riesgo de exclusión social.
En verdad me quedar recordar que “vivimos en
una cuadrícula terrible, conformada de tal forma que evita que la veamos y está
manipulada por la clase alta que sólo desea más y más, a cualquier precio”.
Para ello nada mejor que mentir, pues “una mentira repetida mil veces acaba
convirtiéndose en verdad”.
¿Qué provoca una
crisis?: Pues provoca quiebras bancarias, quiebras industriales, quiebras comerciales,
quiebras agrícolas, reducción de créditos al consumo y a la producción, bajan
los precios y disminuye la producción, baja el consumo, despidos
masivos, desempleo, miseria, hambre, desahucios, control de las noticias de
grandes grupos financieros que controlan las agencias de noticias, Tv, radio,
periódicos…, el 92% de toda la información viene dada por los grupos de presión: multinacionales,
grupos políticos, confesiones religiosas, etc.
A que parece que
hablo de nuestra crisis actual, de lo que pasa en nuestro país, España, en
nuestro entorno europeo. Pues no, estoy hablando del Crac de la Bolsa de Estados Unidos
el jueves 24 de Octubre de 1929. Pero siempre es lo mismo. En cualquier crisis
se agravan las desigualdades.
¿No
entendéis lo que pasa cuando el sistema se vuelve contra ti? Pues está bien
claro, “los ricos son más ricos y los pobres son más pobres “. Muchos viven la injusticia del privilegio,
otros viven el infierno al que los arrojan los privilegiados. Lo cierto es que la vida es muy injusta con
el reparto de la suerte.
Quizás este sea el penúltimo artículo que publique en este blog, pues parece no interesar demasiado lo que nos está sucediendo y que siempre es lo mismo, pues la historia se repite, y ahí estamos, aplastados por los poderosos, pero, - ¡EY! - cuando lo comentas, lo hablas, lo dices, eres una persona tóxica. En fin, que me voy a buscar mis habichuelas y cada cual con las suyas.
El último cuadro que colgaré, aunque quedaban realizados los comentarios de otros veinte más, será "EL GUERNICA" de Pablo Picasso, para despedir este blog. Suerte a todos y buen viaje por la vida.
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